sábado, 2 de febrero de 2013

¿Qué es la seguridad web?


Antes a abordar el tema de los ataques  web que existen hoy en día, es necesario conocer las bases de la seguridad web y la forma de operar.
El mundo de la seguridad de las aplicaciones web es muy distinto a otros ámbitos de la gestión de la seguridad de la información. En general, tiende a creerse que para conseguir un sitio web  seguro basta con la implantación de controles de seguridad tradicionales, tales como un buen corta fuegos , el cifrado del transporte de datos SSL, el bastionado de los servidores o la constante instalación de actualizaciones y parches de seguridad. Nada más lejos de la realidad.




Un sitio web con todos los controles de seguridad anteriores  instalados y correctamente configurados puede  seguir siendo vulnerable a pesar de todo. La principal fuente de vulnerabilidades  radica en la propia aplicación web, es decir, en las páginas dinámicas escritas en Java, Perl, Phyton, Ruby, Php, Asp/VBScript, C#, VBNet, ColdFusion, o el lenguaje que sea. Estas páginas suelen haber sido creadas por programadores  que no han recibido formación en seguridad, por lo que ignoran las implicaciones de seguridad del modo de como escriben el código. Al delegar toda la seguridad en el administrador  y poca o ninguna en el desarrollador, se consiguen plataformas robustas, pero con aplicaciones vulnerables.  En efecto, la mayor puerta de entrada de ataques web radica precisamente en las vulnerabilidades de la aplicación, las cuales dan acceso a la plataforma y a los datos.
Las herramientas de evaluación de la seguridad web deben ser capaces de detectar estas vulnerabilidades introducidas por los diseñadores y arquitectos de aplicaciones, así como por los programadores.






¿Qué tipo de vulnerabilidades web existen?




En términos sencillos, puede decirse que toda vulnerabilidad web pertenece a una de las dos grandes categorías: o bien se origina como consecuencia de un fallo de programación o bug, o bien se produce como resultado de un fallo de diseño o flaw. Al  primer tipo de vulnerabilidades  también suele denominárselas técnicas  o de implantación, mientras que a las del segundo tipo se les conoce como lógicas o funcionales.
  El desbordamiento de búfer seria el ejemplo de un fallo de programación o implementación (bug): el programador  ha olvidado reservar memoria suficiente al copiar datos en un búfer y este se desborda  con consecuencias a veces desastrosas. La falta de validación de los datos  de entrada da origen a la mayor parte de los bugs existentes en aplicaciones web, los cuales abren la puerta a su vez ataques tan conocidos como los de inyección de SQL o de XSS. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Es muy importante tu comentarios: