La
base del entendimiento entre dos o más individuos está dada por la
normalización
de
sus expresiones y actitudes: para que un hombre comprenda lo que otro le
está
diciendo debe compartir un mismo código gestual y verbal, debe compartir un
mismo
idioma. Al incursionarnos en el universo de las computadoras, observamos
que
el único lenguaje que éstas realmente comprenden es el binario. Cuando se
comunican
entre
sí, se entienden perfectamente; ambas comprenden lo que significan
aquellas
cadenas de ceros y unos prácticamente indescifrables para el hombre. El
problema
surge en el momento que una persona intenta darle una instrucción.
Veamos
el caso de un programador que está desarrollando una consola de sonido.
Él
precisa que se reproduzca una determinada canción robotech_sdf1.mp3 cuando
el
usuario presione en un área determinada, lo que significa asignarle un código
similar
a
éste para que la tarea se desencadene:
0111 0010 1010 0111 0001 1111 1110 1001 0001 0100
0010
1010 0111 0001 1111 0111 0010 1010 0111 0101
Si
la manera de indicarles a las computadoras cómo comportarse estuviera basada
únicamente
en este lenguaje binario, podríamos contar con los dedos quiénes serían
los
individuos capaces de “hablar” efectivamente con ellas. El hombre no se
comunica
con
ceros y unos, no los comprende... y jamás lo hará. Es por ello que desde
los
inicios de la era digital surgió la necesidad de generar nuevos idiomas que
actúen
más
cerca del territorio lingüístico conocido por el programador. Ellos son los
famosos
lenguajes de programación.
Estos
lenguajes consisten en verdaderos “traductores” que traspasan un idioma
amigable
para
el individuo en aquellos tediosos ceros y unos necesarios para que la
computadora
opere.
Este proceso de traducción puede hacerse mediante un compilador,
un
intérprete o con una combinación de los dos. Existen cientos de lenguajes de
programación
que, según su cercanía al lenguaje binario, se dividen en cuatro grandes
grupos, que
veremos en detalle a continuación:
• Lenguaje de máquina o binario: es aquel que la computadora comprende sin
necesidad
de realizar conversión alguna. Su escritura resulta extremadamente difícil
para
el mayor porcentaje de programadores, y prácticamente ya nadie lo utiliza.
Por
otro lado, cada tipo de procesador tiene su propio lenguaje máquina (su
propio
juego de instrucciones), de manera que un programa ejecutable que corre
en
una computadora equipada con un procesador Pentium no podría correr, por
ejemplo, en
un Apple Power Macintosh.
• Lenguaje de bajo nivel:
también conocido como ensamblador, representa un
paso
hacia la humanización de los lenguajes de programación. Consta de un complejo
repertorio
de palabras nemotécnicas (tales como add
para la suma o sub para
la
resta) que simplifican parcialmente la comunicación entre el programador y
la
computadora. Se trata de un lenguaje realmente robusto que actúa prácticamente
a la par
del lenguaje binario.
MOV AX, A
ADD AX, B
MOV C, AX
• Lenguaje de medio nivel:
posee un diccionario de comportamientos/instrucciones
que
consta de palabras similares a aquellas conocidas por los hombres (include,
define, if). Goza del
equilibrio ideal entre simpleza y potencia: una variada gama
de
posibilidades para trabajar directamente con la computadora y una escritura
capaz
de
ser comprendida por el hombre. En este grupo se destaca el lenguaje C.
• Lenguaje de alto nivel:
es el de mayor entendimiento para el hombre. Escribir una
aplicación
con este lenguaje resulta mucho más ágil y sencillo que con los de niveles
anteriores.
La mayoría de ellos forjaron sus cimientos en base al lenguaje C, si
bien
no logran la “directa comunicación” que posee este último con la computadora.
Destacados:
C++,
Java,
Pascal,
Eiffel,
Clipper,
Ada,
Smalltalk, Visual
Basic, Delphi, FoxPro, JAVA y Actionscript.
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